¨La ayuda que no ayuda»…
Había una vez un Maestro que dejó a uno de sus discípulos un arrozal para que lo cuidara durante 3 años:
– Al acabar el primer año, el Maestro visitó el arrozal y vió que la cosecha había sido muy buena, puesto que su discípulo había provisto a la tierra del agua que necesitaba.
– Transcurrió el segundo año y resultó que la cosecha fue más abundante que la anterior, puesto que el joven había abonado convenientemente el campo.
– Cuando el tercer año finalizó, el Maestro se dirigió al arrozal para ver los resultados pero…
Resulta que su discípulo, entusiasmado con lo producido el año anterior, abonó demasiado la tierra, que dió muchísimo arroz pero, tan pequeño y frágil, que no servía para comerciar con él.
En realidad, fue una cosecha inútil y el trabajo realizado no dió ningún fruto.
Entonces el Maestro se acercó al joven y le dijo:
¨ Así pasa con las personas: fortaleces a alguien cuando le ayudas un poco, pero si le ayudas demasiado, lo debilitas».
Y tú, en tu día a día, ¿con qué conducta te identificas: ayudas un poco o ayudas demasiado?
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